El Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el cierre de treinta clubs cannábicos ubicados en diez distritos de la ciudad, tras una serie de inspecciones realizadas en los últimos meses por técnicos municipales y la Guardia Urbana. La medida surge como resultado de procedimientos sancionadores obligatorios contra estos establecimientos que operaban sin licencia, según han informado fuentes confirmadas por ‘El Periódico’ y la Agència Catalana de Notícies (ACN).

Proceso de Inspección y Sanciones

El consistorio ha tomado en consideración el historial de inspecciones previas en los clubs, así como las quejas vecinales y las multas previamente impuestas por incumplimientos en la actividad. Los clubs afectados deberán cerrar sus puertas por períodos que oscilan entre seis meses y dos años. A partir de este martes, se abrirá un plazo para que los afectados puedan presentar alegaciones.

Factores Considerados para los Cierres

El Ayuntamiento ha evaluado detalladamente los antecedentes de cada local, incluyendo las denuncias de los vecinos por ruido y la presencia de olor a drogas. En los últimos meses, se han llevado a cabo inspecciones en un total de 57 clubs, de los cuales 30 operaban sin la licencia correspondiente.

Rol de los “Captadores” y Medidas Previas

Según fuentes de la Guardia Urbana consultadas por ‘El Periódico’, una de las prácticas que ha resultado en los expedientes sancionadores fue la identificación de “captadores”, personas encargadas de promover los clubs entre turistas en la vía pública y acompañarlos directamente a los locales.

Cumplimiento de Normativas y Desafíos Municipales

El Ayuntamiento había enviado previamente comunicaciones a los clubs, instándolos a cumplir con la normativa vigente y advirtiendo sobre posibles sanciones en caso de persistir en irregularidades. Sin embargo, se ha destacado que la habilitación de algunos clubs como domicilios ha dificultado las inspecciones, impidiendo la entrada de la Guardia Urbana en dichos establecimientos.