La trashumancia: el patrimonio vivo que conecta España y naturaleza
“Cuando Claudia decidió acompañar a su abuelo durante la trashumancia desde los llanos extremeños hasta las cumbres de Gredos, pensaba que sería un simple paseo con ovejas. Tres días después, entendió que era una conexión directa con la historia, la tierra y su propia raíz.”
La escena que acabas de leer no es una invención literaria: es una realidad viva. Un testimonio más de cómo una práctica ancestral sigue latente en el corazón de España. Aunque muchos la relacionan solo con ovejas o rutas antiguas, la trashumancia es mucho más: es una forma de vida que entrelaza naturaleza, cultura y sostenibilidad.
Fuente: Ministerio de cultura
¿Es la trashumancia Patrimonio de la Humanidad?
Sí. La trashumancia estacional, tal como se practica en España y otros países mediterráneos, fue declarada en 2023 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Este reconocimiento internacional no es una etiqueta vacía: es una llamada de atención para valorar, proteger y revitalizar una práctica que durante siglos ha modelado paisajes, culturas y economías rurales.
Su inclusión en esta lista reafirma que la trashumancia no es una costumbre aislada del pasado, sino un sistema vivo, en uso, y en riesgo de desaparecer si no se actúa desde ya para preservarlo.
¿Qué es el concepto de trashumancia?
La trashumancia es el desplazamiento estacional de ganado (principalmente ovino, bovino o caprino) entre zonas de pasto, buscando aprovechar al máximo los recursos naturales sin agotar la tierra.
Pero no es solo eso. Es un fenómeno que reúne aspectos medioambientales, sociales, culturales y económicos. A lo largo del tiempo, ha dado lugar a una red de caminos, leyes tradicionales, arquitectura rural y saberes transmitidos de generación en generación.
¿Qué es la trashumancia?
Más allá de la definición técnica, la trashumancia es una forma de entender el territorio. Significa reconocer que la tierra no es una propiedad estática, sino un recurso compartido y respetado. Los ganaderos que practican trashumancia no solo trasladan animales: restablecen vínculos con el entorno y promueven una gestión sostenible de los ecosistemas.
En palabras sencillas: no es solo mover el rebaño, es moverse con el tiempo, con el clima, con el ciclo natural.
¿Qué es el sistema de trashumancia?
El sistema de trashumancia es un engranaje perfectamente adaptado al medio. Estos son sus componentes principales:
1. Vías pecuarias
Son caminos públicos tradicionales por los que transita el ganado. En España, hay más de 125.000 km de estas rutas, con nombres como cañadas reales, cordeles y veredas. Lejos de ser reliquias del pasado, muchas de estas vías siguen activas y atraviesan comunidades enteras, de norte a sur del país.
2. Estacionalidad del pasto
Durante el verano, los ganados se trasladan a zonas altas (agostaderos), más frescas y verdes. En invierno, regresan a zonas bajas (invernaderos), donde el clima es más suave. Este movimiento permite aprovechar los recursos sin erosionar el terreno.
3. Infraestructura auxiliar
La trashumancia ha dejado una huella arquitectónica y funcional: chozos, majadas, abrevaderos, descansaderos… Estos elementos acompañaban el camino y siguen presentes en muchos tramos, aunque algunos están en riesgo de desaparecer por abandono.
4. Legislación tradicional
Durante siglos, la actividad estuvo regulada por instituciones como el Honrado Concejo de la Mesta, creado en el siglo XIII. Aunque hoy esas leyes no están en vigor, su herencia se mantiene en la cultura ganadera y en el reconocimiento legal de las vías pecuarias como bienes de dominio público.
Beneficios actuales de la trashumancia
La trashumancia, lejos de ser una práctica obsoleta, ofrece ventajas muy actuales en términos ecológicos, sociales y económicos.
1. Conservación ambiental
El paso del ganado limpia los montes, reduce el riesgo de incendios, dispersa semillas y favorece la biodiversidad. Actúa como un corredor verde móvil que conecta ecosistemas fragmentados.
2. Sostenibilidad y economía circular
Al contrario de los sistemas ganaderos intensivos, la trashumancia promueve una ganadería extensiva, de baja huella ecológica. Los animales se alimentan de forma natural, sin forraje industrial ni residuos contaminantes.
3. Revitalización del mundo rural
Cada vez más jóvenes y cooperativas están volviendo la mirada al campo. La trashumancia ofrece una alternativa real de desarrollo en zonas despobladas, vinculando tradición y futuro. Incluso ha comenzado a atraer a visitantes interesados en el ecoturismo y la vida sostenible.
Un ejemplo real: Tomás, pastor del siglo XXI
Tomás tiene 34 años, vive en Guadalajara, y cada año recorre más de 500 km con su rebaño hacia los pastos de Soria. Durante 20 días camina junto a sus animales por caminos históricos. Mientras muchos dudaban de su elección, hoy Tomás tiene un proyecto rentable, sostenible y reconocido. No solo produce quesos artesanales de alta calidad: también da charlas en escuelas, recibe visitantes, y trabaja con universidades en la protección de las vías pecuarias.
Su historia demuestra que la trashumancia no es solo parte del pasado: también puede ser parte de un futuro mejor.
El reto de la continuidad
Pese a sus beneficios, la trashumancia enfrenta serios obstáculos:
- Pérdida de vías pecuarias: muchas han sido invadidas por construcciones ilegales, cultivos o carreteras.
- Falta de relevo generacional: pocos jóvenes se animan a continuar esta forma de vida por el esfuerzo físico y la falta de apoyo institucional.
- Desconocimiento social: gran parte de la población desconoce qué es la trashumancia y su relevancia cultural y ecológica.
¿Qué se está haciendo para protegerla?
En los últimos años, se han lanzado campañas educativas, proyectos de turismo rural y jornadas de trashumancia simbólica en ciudades como Madrid. Además, asociaciones ganaderas, ONGs y universidades están documentando y visibilizando esta práctica.
Uno de los ejemplos más destacados es el proyecto nacional Caminos Trashumantes, que busca restaurar tramos de cañadas y promover el contacto entre el mundo urbano y rural a través de rutas educativas y senderismo ganadero.
Trashumancia y tradición: un enlace con otros oficios
La trashumancia no solo ha influido en el paisaje y la ganadería, sino también en los oficios tradicionales: esquiladores, zurradores, queseros, fabricantes de cencerros o pastores de escuela.
Si te interesa este tipo de temas, te invitamos a leer este artículo del blog:
👉 Los oficios artesanales al borde de desaparecer (y dónde aún puedes conocerlos)
Conclusión: el valor de caminar con el ganado
La trashumancia es mucho más que un movimiento de animales: es un puente entre generaciones, ecosistemas y valores. Es un sistema que enseña respeto, paciencia y armonía con el entorno.
Frente a un mundo acelerado, contaminado y desconectado de la tierra, prácticas como esta son faros. Nos recuerdan que se puede producir sin destruir, cuidar sin explotar, y vivir sin olvidar de dónde venimos.
Y tú, ¿caminarías con un rebaño por las cañadas de tu país? Tal vez, en ese viaje, encuentres respuestas que ninguna ciudad puede darte.
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