¿Alguna vez te has preguntado por qué esos pantalones que antes te quedaban perfectos ahora parecen un poco más ajustados? No te preocupes, no eres el único. Durante décadas, la ciencia ha estado tratando de descifrar el misterio detrás de la ganancia de peso. Pero, ¡buena noticia! Cada vez estamos más cerca de entenderlo.

El papel de nuestras bacterias internas

Resulta que nuestro bioma (sí, ese conjunto de bacterias que viven en nuestro cuerpo) tiene un impacto tremendo en nuestra salud y bienestar. Un nuevo estudio ha revelado una conexión interesante entre estas bacterias y nuestra capacidad para adelgazar (o, en realidad, nuestra incapacidad).

En nuestro tracto intestinal, cohabitan millones de bacterias, la mayoría de las cuales son inofensivas o incluso beneficiosas para nuestro sistema digestivo. Sin embargo, a veces estas bacterias liberan endotoxinas, que son fragmentos tóxicos cuando se rompe su membrana celular. Estas endotoxinas pueden afectar nuestro metabolismo y dificultar un proceso clave: la conversión de grasa en energía.

Las células grasas: blancas vs. marrones

Para entender mejor este proceso, necesitamos hablar de las células grasas. Estas células almacenan grasa, pero también desempeñan un papel crucial en su metabolización. Hay dos tipos principales: las células blancas y las células marrones.

Las células blancas son expertas en almacenar grasa, mientras que las células marrones tienen múltiples mitocondrias, lo que las hace más eficientes para procesar grasa y convertirla en energía. Las endotoxinas interfieren en la transición entre estas células, dificultando la conversión de grasa corporal en energía.

¿Por qué algunos luchan más con el peso?

Los investigadores creen que las personas con obesidad son más propensas a este problema. Sus tractos gástricos son menos resilientes, lo que facilita la llegada de endotoxinas al torrente sanguíneo y, finalmente, a las células grasas.

En un estudio con 156 participantes, incluyendo personas obesas, se encontró que las endotoxinas reducen la actividad metabólica de las células grasas y su capacidad para convertirse en células marrones. Esto podría ser útil para perder peso.

Así que la próxima vez que te preguntes por qué esos jeans no te quedan igual, recuerda que tus bacterias internas también tienen algo que decir al respecto. ¡Ánimo!